jueves, 26 de noviembre de 2015

Unidad 2

Pioneros de la Psicología Francesa Contemporánea


La psicología francesa contemporánea es consecuencia de al menos tres tradiciones relevantes que inspiraron la psicología gala a finales del siglo XIX y principios del XX. Descartes y su teoría del sistema nervioso como análisis de las pasiones, Comte que entregó las bases del positivismo científico y Charcot desde sus pioneros trabajos realizados en hipnosis clínica que influenciaron al mismo Sigmund Freud. Estos personajes y sus teorías generaron un relevante influjo en Ribot, Janet y Binet, quienes consolidaron el desarrollo de la psicología francesa, fundamentalmente a través del desarrollo de la psicopatología y el método patológico como avances en los estudios teóricos y aplicados en relación a la inteligencia.
Theodule Ribot, decano de la psicología francesa, escribió dos clásicas obras denominadas, la psicología inglesa contemporánea (1870) y posteriormente la psicología alemana contemporánea (1879) otorgando amplia importancia a la psicología desarrollada por ambos países en la configuración del panorama psicológico, centrándose en el siglo XIX fundamentalmente. En este contexto es posible entender que Charcot, es uno de los precursores en psicopatología como hipnosis clínica. 
 Los aportes de Charcot en materias de hipnosis, lograron un importante avance en el estudio de los fenómenos hipnóticos en sujetos histéricos, ante lo cual se despejaron dudas en estas materias que se encontraban relegadas por no tener un método para estudiarlas. Gran parte de estos estudios los realizó en su clínica de La Salpetriére, que era reconocida en la época como uno de los lugares más importantes del mundo en materias de neurología. La influencia de este médico dejó un importante legado para la psicología francesa que se desarrollaría posteriormente con figuras de la envergadura de Ribot, Janet y Binet.




REVISIÓN DE LA PSICOLOGÍA RUSO - SOVIÉTICA

La peculiaridad del desarrollo de la psicología rusa consiste en el sistemático esfuerzo por aplicar en ese territorio científico la perspectiva histórico-materialista. Si hiciéramos un corte histórico en su evolución, veríamos muy claramente cuán difícil y accidentado fue ese propósito ya que los deseos, inicialmente, no se conciliaban con los hechos producidos. Ya en los albores de la revolución de 1918, la psicología rusa disponía de una sólida plataforma científica para avanzar en las concepciones materialistas de la psiquis humana. Esta plataforma tuvo su concreción sobre la base de los trabajos de Iván Mijailovich Sechenov, Iván Petrovich Pavlov y Vladimir Mijailovich Bechterev.Sechenov [1829-1905] con su teoría de los reflejos cerebrales aprendidos, dio fundamentación científica a la tesis de que la actividad psíquica no puede separarse de la actividad refleja del cerebro; en realidad, para decirlo más taxativamente, la actividad síquica es parte integral de la actividad refleja del cerebro. Bechterev, encarna el primer período histórico de la psicología soviética: el período reflexológico en el que todavía muchos estancan su conocimiento de la ciencia psicológica en Rusia. Bechterev parte de Sechenov. El rayito de luz primero y esencial en el estudio de la personalidad humana  se debe a nuestro  fisiólogo y hombre público I. M. Sechenov, cuyo libro editado en la década de 1860 bajo el título de Los reflejos del cerebro, contenía el esquema general de los denominados procesos psíquicos a los que ponía en relación con los estímulos externos y los reducía en última instancia a movimiento.El segundo período de la psicología soviética es el reactológico. Da cuenta el esfuerzo científico del psicólogo K. N. Kornilov por dar sello de psicología marxista a su concepción reactológica; todos los fenómenos psíquicos sin reacciones que deben ser estudiadas unívocamente ¿Cómo? He aquí la tesis tal como expuso Kornilov en su libro Psicología moderna y marxismo: Me atrevo a afirmar que como ya he dicho otras veces que el futuro sistema de psicología marxista será una síntesis de las dos corrientes que actualmente están en pugna en todos los países: la más antigua, ya bastante caduca, aunque aún encuentra quienes la defienden, la denominada corriente empírica o subjetiva, tendencia que constituye la tesis de la psicología moderna; y la segunda corriente, posterior, más bien producto de nuestros días, que representa la antítesis y es la psicología de la conducta, la reflexología o como también se llama, la psicología objetiva . Ese intento culminó en una complicada síntesis ecléctica y no dialéctica, puesto que la solución de la crisis que vivía la psicología  no podía venir de la suma mecánica de los conocimientos aportados por la psicología introspectiva de la conciencia y los resultados experimentales de la psicología conductista (la que concebía la conducta como un conjunto de reacciones carente de todo contenido psíquico).


CHRISTIAN  WOLFF Y LA PSICOLOGÍA  DE LA ILUSTRACIÓN ALEMANA 

 Wolff debe ser visto como un pionero, en Alemania, tanto de la Psicología empírica como de la teoría del conocimiento, disciplina que de igual forma encontrará su reconocimiento y autonomía posteriormente. Christian Wolff es una figura representativa en el desarrollo del pensamiento ilustrado propio del siglo XVIII. Diversas razones no realzan su aporte como él lo amerita. En primer lugar, ya en vida su pensamiento fue catalogado con la expresión “la filosofía Leibniz-Wolffiana” . Y en segundo lugar, porque se ha acostumbrado a considerar a Immanuel Kant, autor que lo sucede en una generación o algo más, como el filósofo por excelencia de la ilustración alemana. A Wolff se le ubica en el interior del pensamiento ilustrado, no obstante que en sus escritos aparecen ciertas tendencias que no son características de este periodo. Por ejemplo, su vastísima obra, escrita en latín y alemán, no fue acompañada de una forma expresiva propia de la Ilustración alemana, la llamada ‘filosofía popular’: Wolff mantiene en la exposición de sus ideas un espíritu riguroso, propio del método matemático.El espíritu sistemático de Wolff se expresa en su filosofía. Para precisar el aporte de Wolff a la Psicología habría que ubicar esa disciplina en el conjunto del sistema wolffiano. Wolff define la Filosofía como “la ciencia de todo lo posible, de modo que el objeto de la fi - losofía tiene que ser hecho de todas las cosas, existan o no”. Así, filosofía es la ciencia de todo lo que es o deviene, a lo cual puede dársele un fundamento.

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